Martin Luther King: El poder la palabra... El poder de un sueño... Un hombre que hizo realidad el sueño americano entre los negros

Tal como escribía hace poco, en mi vida tiene un profundo significado la palabra compromiso. No saben lo que remueve mi corazón, el poder apasionarse por algo, luchar por eso y no "venderse" al sistema... ¡No! Es necesario luchar.
Y a eso quiero abocarme en este escrito. Me inspira fuertemente lo que tengo frente a mi escritorio cotidiano. Es una gran imagen de un gran hombre. Cada vez que entro a la oficina y lo miro, digo: ¿Por qué no hablar de él y rescatar su gran ejemplo? Sí, es el tiempo de hablar de Martin Luther King. Sí, no hay dudas. Simplemente, porque debemos contar con ejemplos como éstos que nos dan aliento y nos empujan a seguir creyendo en nuestros sueños, aunque eso signifique la muerte.
Y es que hoy resulta difícil luchar por algo. Más aún, tener un sueño que sea el motor de nuestra propia existencia y llegar incluso a ser juzgado e incomprendido por un sector de la sociedad. Sin embargo, si el fin del sacrificio ya no es tan lejano pudiendo transformar la vida de los más débiles, sembrando esperanza y añorando los derechos para todos los hombres y mujeres por igual, entonces sí vale la pena tener un sentido y verlo satisfecho a pesar del transcurso del tiempo, de la adversidad y como decía antes, incluso de la propia muerte. Por eso, he querido hablar de este hombre de Dios. Puedo decir con fuerza que su ejemplo sigue vigente. Es un reconocido luchador de la libertad, el practicante de la no violencia, forjador de la esperanza, el amigo y pastor protestante. Su nombre hay que decirlo fuerte: ¡Martin Luther King! Hombre de color que motivado por su fe y amor divino sacó la voz por su pueblo oprimido, segregado, discriminado, sin derecho alguno a pesar de ser ciudadanos como cualquier blanco que pisaba Estados Unidos.
Su lucha por el movimiento de los derechos civiles, en el presente siglo, a partir de su gran convicción de profundo amor, dio eco hasta los más lejanos puntos de la esfera. Si no fuera por eso, quizás estas páginas no habrían existido. “Cada hombre tiene grabada en su personalidad la indeleble imagen de su Creador. Todo ser humano debe ser respetado porque es digno del amor de Dios. La dignidad de un individuo no se manifiesta por la medida de su inteligencia, su origen racial o posición social. La dignidad humana se manifiesta en relación directa con Dios. Cada individuo tiene su valor, porque tiene un valor para Dios”. Estas palabras señaladas por King, remecieron nuestro ser, esperando motivar a otros, ya sea por su contenido humano, histórico, impregnado de un espíritu verdadero, que adopta un nuevo estilo de vivir la vida y que pudo abrir el camino para contemplar una justicia, que parecía enterrada. Y es que su palabra tenía poder, una fuerza realmente aferrada a profundas y verdaderas raíces.
A continuación se relata largamente la historia de este gran hombre. Es un recorrido que he realizado, después de leer muchísimo sobre Martin Luther King. Y es que merece un gran capítulo. Debe verse como un gran homenaje. Espero que el testimonio de su vida, sea un gran aliciente para que sigas adelante.
El sueño de Estados Unidos
América siempre fue considerada como un gran paraíso, lugar para generar nuevas expectativas, teniendo como resultado una prosperidad que motivaba ser habitada por la multitud. Tal fue el caso de los inmigrantes del viejo continente que en busca de mejores alternativas, riquezas y oportunidades se acercaron a este Edén terrenal.
Fue Estados Unidos, quien en plena época de colonialización, albergó a un importante número de europeos que llegaban a esta nueva tierra. Pasado un tiempo, luego que los nuevos habitantes se establecieran, consolidando bienes y riquezas, necesitaron contar con mano de obra. Es así como arribaron una gran cantidad de negros, provenientes de África. La gente de color separada de sus raíces, tradiciones y cultura, fueron comercializados por sus captores blancos. Sin embargo, el masivo traslado de personas negras tenía un fin muy oculto, distinto al que poseían en su tierra. Los blancos, sometieron a los negros a una extrema esclavitud, de la cual sería muy difícil huir. Como verdaderos animales, los negros fueron víctimas de un maltrato desconsiderado, insoportable para cualquier hombre y mujer. Sin compasión, ni sentimientos, el blanco dominaba por completo la situación, discriminando sin piedad y corazón. La misión de los negros era sólo trabajar, sometiéndose a la voluntad de sus "patrones", por lo que eran privados de sus derechos como cualquier ser humano, sea para alimentarse, vestirse, aspirar a tener la misma situación que un blanco y a ser realmente libres, como ocurría en su amado continente, donde quizás no tenían grandes riquezas pero sí contaban con la posibilidad de hacer lo que ellos deseaban y no estar presionados a un poderío exclusivo y excluyente.
Fue así como luego de un tiempo, esta nación se dividió en dos. El Norte por la no esclavitud de los negros, mientras que el Sur postulaba la superioridad de la raza blanca por sobre la negra. Todo esto desencadenaría en la guerra civil del país del norte en el año 1863, enfrentándose hermano contra hermano luchando por el principio de una América realmente libre.
Al pasar el tiempo, las naciones ya independizadas, empezaron a forjar sus propios caminos, en busca de un mayor liderazgo, primeramente local, para luego expandirse globalmente. En este sentido, Estados Unidos en el presente siglo, aspiraba a ejercer un mayor protagonismo a nivel mundial. Esto se demuestra claramente con su participación en las dos grandes guerras que remecerían al mundo entero. De ahí se derivan los conflictos que involucran a esta potencia con otros países. Su influencia se hizo sentir no sólo en América sino que en todo el globo, perdurando hasta el día de hoy.
A pesar del progreso económico y su predominancia a nivel internacional, la potencia norteamericana todavía albergaba la triste realidad del pueblo negro. La intensa discriminación heredada de la esclavitud ya descrita, no se eliminó para siempre. La segregación persistía, desfavoreciendo la vida de los negros, sobre todo en los hechos cotidianos. El problema racial estaba latente, aunque las autoridades muchas veces querían evitarlo. Todo era dividido entre las dos razas. Los autobuses, colegios, lugares comerciales, estaban de tal manera estructurados, que impedían un trato digno a la gran cantidad de negros privados de su libertad. "En Montgomery era ilegal que una persona blanca y otra negra compartieran un taxi.Por ejemplo en el ómnibus el conductor ordenaba a los negros que desocuparan toda una hilera para que se sentara una sola persona blanca. O los obligaba a levantarse aun cuando hubiera asientos desocupados en el vehículo. Los negros no podían atravesar el área blanca del ómnibus para dirigirse a sus propios asientos, por lo que debían pagar el viaje en la parte delantera, bajar del vehículo y subir por la puerta de atrás. Algunos conductores eran lo bastante odiosos como para arrancar antes de que los pasajeros hubieran vuelto a subir”, son palabras que se recalcan en un libro que cuenta la historia de Martin Luther King.
En medio de esta realidad de prejuicio y discriminación racial, se empieza a forjar el gran sueño con el nacimiento de un hombre que a través de su lucha tenaz, pudo desbordar el límite impuesto para su pueblo de color. Su nombre cambiaría el derecho de muchos. Era 1929, año en que este mundo recibió a Martin Luther King.
El sueño se hacía realidad
En Atlanta, Giorgia, en medio de una familia protestante, nació el 15 de enero de 1929, Martin Luther King. Con base en la fe bautista, en donde padre y abuelo fueron pastores, vivió desde pequeño la discriminación racial, la que en años siguientes fuera su principal motivo para erradicarla definitivamente.
Su carácter impregnado de gran sensibilidad, le permitía ser reflexivo hasta en las cosas más sencillas. Por ello, siempre meditó en las raíces de su ferviente creencia, queriendo palpar en carne propia ese amor divino del cual dependían sus padres y al que también pretendía aspirar, a pesar de su cierto escepticismo que lo envolvió como joven.
Ya en 1944, inició sus estudios en el Morehouse College de Atlanta, único instituto para negros de la ciudad. Con espíritu brillante e inteligente se destacaba entre los demás. A pesar de esa condición, siempre sintió una gran vocación de solidaridad y ayuda hacia otros. Finalmente, se decidió por seguir el ejemplo de su padre, ingresando en 1948 al Seminario Teológico Crozer, para sus estudios de Teología, logrando ser un pastor.
La incursión en el Seminario fue lo que transformaría poco a poco las metas de King. Era otra vida, alejada en primera instancia por su realidad como parte de la gente de color. La filosofía de Crozer instaba a la igualdad entre todos los estudiantes, no sólo excluyendo separación racial sino también seguridad social.
En esta realidad, King fue anhelando un reconocimiento sobre todo en la cultura blanca, demostrando que un negro sí podía surgir. Y es que el Seminario le abrió un nuevo mundo de conocimiento, alejado de sus padres, en donde tenía la libertad de enfrentarse a una inmensidad de ideas religiosas, que sin obligación debía aceptarlas. Debido a su gran deseo de ir más allá, motivado por maestros, fue imponiéndose una agradable rigidez en los estudios. No era raro verlo cubierto de libros, porque lo que más hacía era leer, sobretodo a aquéllos que fueran sus modelos a seguir.
A pesar de la filosofía que sostenía el Seminario, los mismos estudiantes se diferenciaban por sus creencias sociales, quedando evidente aún la brecha entre las razas, en medio de las comidas y hasta la convivencia en los dormitorios. Ante esto, King, ya hacía un llamado al amor surgiendo algunos oponentes a esta idea de unión. Por lo mismo, el espíritu de sobresalir en medio de la comunidad, lo llevó a desarrollar un gran poder de la oratoria, atrayendo a sus mismos compañeros por el poder que sostenían sus palabras. Y es que los cursos que tomaba de predicación, eran practicados al interior del seminario a través de los sermones, transformados en verdaderas "conferencias religiosas" escuchadas por todos sin diferencia racial. Su explicación de tal notable expresión fue que durante los tres años de estudio, tomó nueve cursos relacionados con el arte de la oratoria de púlpito. La facilidad de palabra, era una importante cualidad para cualquier estudiante aspirante a ministro, porque demostraba su personalidad y la capacidad de persuasión que podía sostener frente a un determinado público.
Sus más grandes influencias, las conoció en Crozer. Desde los más antiguos filósofos hasta Marx, fueron motivando un mayor conocimiento y desarrollo de la vida de King. Al leer de comunismo, no vio a Dios, por lo tanto no reflejó su fe, ya que ese Ser superior debía dominar toda la existencia humana.
Niebuhr, fue un hombre de gran influencia para King. Teólogo que había escandalizado al mundo religioso en 1932 y ahora, en 1950, reaparecía con fuerza en el ya casi pastor. Para Niebuhr, "el Evangelio Social evitaba la lucha política; el marxismo político detestaba la iglesia y toda forma de idealismo. Juntos, representaban la tragedia predominante de la época: La falta de confianza del hombre moderno en las fuerzas morales. La moralidad era un compromiso de religión y política, de espiritualidad y realismo necesarios debido al especial carácter de la sociedad inmoral" .
Pero, sin duda, una de las enseñanzas que más le impactaron fue la de Ghandi, quien con sus principios de no violencia pero luchando a través de una protesta pacífica, llevó adelante sus propios ideales. De esta forma, King hizo suyas estas motivaciones, convenciéndose más que nunca de que "la resistencia pacífica era el arma más potente en manos de los oprimidos que luchaban por la libertad" .
En medio de las grandes experiencias vividas en el Seminario Teológico Crozer, en 1951 obtuvo finalmente su licenciatura y bachillerato en Divinidad. Para sorpresa de muchos, sobretodo de su padre, King quería seguir estudiando para superarse y conseguir mayores logros. La autoridad paterna pretendía que su hijo fuera un pastor, no pudiendo imaginar que luego de esto quería realizar estudios de postgrado. Pero King, sabía lo que quería e ingresó a la Universidad de Boston para doctorarse.
En medio de sus estudios, venía otro sueño anhelado: El matrimonio y en eso era muy exigente, ya que se esmeraba por tener una compañera con carácter, inteligencia, personalidad y belleza. Fue así como conoció a Coretta Scott, nacida en Alabama, estudiante del Conservatorio de Música Nueva Inglaterra de Boston, y que aspiraba a ser cantante clásica. Luego de un tiempo, comenzaron a ser novios, con la total desaprobación del padre de King, quien soñaba para su hijo, otra mujer con una familia más sólida y otro tipo de aspiraciones. Lo que más recalcaba el Sr. King, era que la carrera secular de Coretta no se complementaba con la de un pastor bautista como su hijo. A pesar de estas profundas contradicciones, la boda se efectuó de igual forma el 18 de junio de 1953.
Ya casado y con el título de doctor, King fue invitado a la Iglesia Bautista de Dexter Avenue en Montgomery, aceptando el nombramiento de ser pastor. Es aquí, justamente donde iba a comenzar su lucha por la integración racial, convirtiéndose en uno de los principales dirigentes de Estados Unidos del siglo XX.
La lucha que nunca terminó
El hecho detonante, ocurrió a finales de agosto de 1955, donde la modista Rosa Parks no cedió su asiento en el autobús a un viajero blanco, por lo que fue encarcelada. Esto demostró la segregación vivida por la gente de color, que le impedían obtener los mismos derechos que los blancos.
Es aquí donde Martin Luther King, se alza como líder de los negros. Poco antes de lo acontecido, se había adherido a la National Association for the Advancement of Colored People (Asociación Nacional para la Promoción de la Gente de Color, NAACP) y ésta fue la oportunidad para poner en práctica todas sus sólidas creencias. Ante la injusticia cometida con Rosa Parks, King fue elegido por la misma comunidad negra para liderar la respuesta masiva frente a este hecho. Por ello, el pastor de color instó a todo su pueblo a no utilizar los transportes públicos, boicoteando la compañía que ofrecía esos servicios en Montgomery. Con esto, Martin Luther King, se enfrentó al arresto, pero obtuvo lo que esperaba. Rosa Parks fue liberada en 1956, con una orden del Tribunal Supremo prohibiendo la segregación en el transporte público de la ciudad.
Martin Luther King, empezó a surgir como una gran preocupación de los grupos más racistas, ya que veían como una amenaza constante las fuertes palabras de lucha del líder negro. No era del gusto de ellos, menos al saber que se levantaba en medio de un pueblo humillado, motivando a que los negros hablasen y lucharan públicamente por sus derechos. Por ello, los atentados a su vida, aparte de ser encarcelado, no quedaron atrás. Tal fue el caso de la bomba que estalló en su casa de Montgomery (1956), lo que no violentó el ánimo de King, sino que fue la comunidad negra, la que se alteró exigiendo venganza. Sin embargo, King hizo un llamado a la paz: "Hemos de tratar la violencia con la no violencia. Tenemos que amar a nuestros hermanos blancos, independientemente de lo que nos hagan. Hemos de transformar el odio en amor" .
Fue así como King, a pesar de la fuerte oposición en grupos contrarios, asumió el papel del líder de los negros, fundando dos grupos políticos de gran importancia entre 1957 y 1960: La Conferencia de Dirigentes Cristianos del Sur (SCLC) y el Comité Coordinador Estudiantil No violento (SNCC).
En medio de este período (1958), otro atentado atacó con su vida. En septiembre, mientras King firmaba recordatorios de su primer libro “Marcha hacia la Libertad”, una mujer negra al parecer desequilibrada, le clavó en el pecho un abrecartas, afectándole la aorta, pero King se salvó.
Luego, en 1959, realizó el anhelado viaje a la India, tierra de Ghandi, ya muerto diez años atrás, el cual se convirtió como ya dijimos en el centro de la propia filosofía de King. En su regreso, llegó totalmente fortalecido para continuar con su persistente lucha en favor del pueblo negro. A través del “Movimiento por los Derechos Civiles Americanos”, en la década del 60, Martin Luther King fue consiguiendo miles de personas que siguieran su mismo ideal, en la búsqueda de un verdadero entendimiento racial entre negros y blancos.
Por promover manifestaciones públicas, fue más de alguna vez arrestado, dejando sola a su esposa y tres hijos, ya que el perseguir su fe y luchar por sus creencias, le costó un gran sacrificio incapaz de ser relatado en esta ocasión. Sin embargo, en una de sus cartas enviadas a su familia, desde Reidsville, la cárcel estatal de máxima seguridad se reflejaban estas palabras: "Hoy estoy lejos de ti y los niños... Sé que te cuesta mucho adaptarte a esta nueva situación, pero es la cruz que debemos llevar por la libertad de nuestro pueblo... Tengo fe y creo que este sufrimiento excesivo para nuestra familia que debemos soportar, servirá mínimamente para que Atlanta sea una ciudad mejor, Georgia un estado mejor y Estados Unidos un país mejor. Aún ignoro cómo, pero tengo fe en que así será. Si estoy en lo cierto, entonces nuestro sufrimiento no es en vano" . También pedía que se le enviase el libro más sagrado, la Biblia y más de quince sermones suyos. Aún en esas condiciones, no perdía el interés por seguir alimentándose de la sagrada palabra.
Días después de esta detención (1960), el senador y candidato a la presidencia John F. Kennedy intervino en favor de King, consiguiendo su liberación. Fue el comienzo de una amistad que duró hasta el asesinato de Kennedy en 1963. Cabe mencionar, que esta ayuda hacia King fue importante en las elecciones donde se buscaba el nuevo presidente de Estados Unidos. Muchos negros concedieron su voto a Kennedy, por el hecho de haber influido en la libertad de su líder. Sin embargo, King, no transmitía por sí mismo esta tendencia hacia el electo presidente, sino que más bien callaba al respecto, a pesar de haberlo ayudado en prisión. Esta solidaridad se había transformado en el “golpe maestro” por parte de los Kennedy para conseguir el voto negro a su favor.
El año 1963, fue muy importante por las grandes movilizaciones en favor de los derechos civiles, lideradas por Martin Luther King. En primer lugar, se encaminó la campaña de Birmingham, en donde tras largas manifestaciones se logró un acuerdo por el cual la segregación racial quedaba abolida, promocionando el empleo y desarrollo profesional de la comunidad negra
Una meta primordial para King, fue eliminar el racismo en su esfera electoral. El derecho a voto era una oportunidad política y moral de gran importancia en el tema de los derechos civiles. El sueño americano de los negros se veía retratado en el derecho a voto. Al respecto, la llegada de John Kennedy al gobierno, junto con el prestigio cada vez mayor de King, dieron un impulso a la lucha por estos derechos. A pesar que los más cercanos al presidente huían de este tema, por considerarlo insignificante para requerir la atención presidencial, el mandatario envió al Congreso un proyecto de ley que garantizara la igualdad de derechos. Para apoyar esta propuesta, Martin Luther King promovió la marcha sobre Washington realizada el 28 de agosto de 1963, congregando a más de doscientas cincuenta mil personas. El discurso de King, sería uno de los más recordados hasta hoy. En esta histórica marcha dio vida al titulado “I have a dream” en favor de la igualdad entre negros y blancos: “Sueño que mis hijos podrán vivir un día en una nación donde nadie será juzgado por el color de su piel sino según su carácter. Tengo el sueño de que un día los niños y niñas negros estrecharán las manos de los niños y niñas blancas y todos se reconocerán como hermanos y hermanas” .
El asesinato al presidente Kennedy en 1963, impidió que estuviera presente en la aprobación de la ley, ya que este hecho fue real en 1965, firmada por el presidente Johnson, declarando ilegal todo tipo de discriminación en la educación, los servicios públicos y la ayuda federal.
Su gran labor, fue condecorada con el Premio Nobel de la Paz en 1964, con sólo 35 años, siendo el hombre más joven que recibía tal distinción.
Nunca se dejó de sentir la oposición frente a la vida de King. Su llamado a una verdadera libertad, causaba estragos en todos los niveles de la sociedad norteamericana. Sus denuncias respecto a actos injustos como por ejemplo en ese entonces la Guerra de Vietnam, fue motivo para que el FBI pusiera los ojos sobre este magnífico líder, considerándolo como un adversario muy peligroso.
Su persistente lucha por los negros, en donde no sólo veló por ellos, sino que les motivó a ser dignos, a salir de la pobreza y a nutrirse de cultura, fue modificando la propia vida de su pueblo el que también debía cambiar internamente. Sin embargo, su llamado a la no violencia no se cumplió por parte de sus propios hermanos negros, conformando grupos armados como el Poder Negro, frente a lo cual King no pudo hacer nada. Por ello, junto a la representación de los negros fue girando su vida a la erradicación de la pobreza sin importar del color que fuesen. Así organizó en 1968, la marcha de los pobres hacia Washington. Preparando en Memphis esta nueva movilización, fue asesinado en el balcón de su hotel con sólo 39 años, el 4 de abril de dicho año. Quien paralizara sus grandes sueños, fue un hombre de raza blanca, James Earl Ray. Un balazo en el cuello fue el punto cúlmine de doce años de gran lucha, alcanzando hasta la muerte su sueño de libertad. Nunca antes hubo un hombre que diera más consideración a esta comunidad en un principio enterrada, pero dejando de ser invisibles para todo el mundo. La voz de King se había hecho sentir. Y es que gracias a su liderazgo millones de norteamericanos negros dejaron el miedo para salir a las calles a proclamar sus derechos. De esta forma, Martin Luther King se convirtió en el principal mártir de la causa de la libertad de los negros en Estados Unidos.
Las huellas de un gran sueño
Para cambiar el aspecto de la sociedad norteamericana, el movimiento pacifista por los derechos civiles se sustentaba en creencias sólidas. King pensaba que Norteamérica era como ese hijo pródigo relatado en una de las parábolas de Jesús, donde se extraviaba para finalmente llegar a su propio hogar. Y es que Norteamérica estaba perdida en el lejano país del racismo. Pero “todos los hombres han sido creados a imagen y semejanza de Dios; todos los hombres son hermanos; cada hombre posee unos derechos que no le son conferidos por otros hombres ni se derivan de ningún estado, sino que le han sido otorgados por Dios. Norteamérica se ha extraviado; en ese viaje sólo ha encontrado la confusión y el desaliento”. Y es este reencuentro el que Martin Luther King perseguía, fundamentado en la dura vida que debía sobrellevar un negro en Norteamérica. Heredando una gran pena por la esclavitud y humillado en cada uno de sus momentos, el negro estaba cubierto de nostalgia y sufrimiento, siendo seres indefensos e incapaces de levantar la voz en medio de la fuerte multitud blanca y todo por el hecho de ser distintos; todo por aquel “shock del color”.
Por lo anterior, el pueblo negro carecía de personalidad pública, sin determinaciones claras y menos aún de desarrollar una postura masiva en pro de sus derechos. Es así como King, llenó ese vacío que imperaba en la población negra, por carecer de líderes que representaran sus deseos y sueños. Todos los demás gozaban de alguien que hablara por ellos. Así, el carisma y llegada de King hacia las masas, sustentada en su gran poder de oratoria, ya demostrado en el Seminario, permitió que la barrera fuera derribada y que hombres y mujeres negros caminaran en las ciudades, organizando marchas que significaran un cambio en la nación.
Junto a esto, también se hace presente el importante rol de los medios de comunicación que acaparaban su atención en la figura de King. En especial, la televisión se perfilaba como el medio masivo ideal y junto a los periódicos y radios, retrataban cada una de las palabras de Martin Luther King, que remecían todas las fronteras.
Pero, sin duda, ese atractivo que poseía King, se lo otorgaba su espíritu consagrado hacia una dependencia divina, cuyo amor emergía desde lo profundo de su ser y convocaba a la justicia de todos los pueblos.
Esta postura frente a la vida, dominó por completo su caminar. Más allá de las cuatro paredes de un templo, King quiso por sobretodo imitar a Jesús, ejemplo vivo de entrega y amor por la humanidad y fue este pastor protestante norteamericano quien traspasara ese sentir humano y desgarrador por otros. Su palabra estaba sustentada en una Palabra verdadera y sagrada, la que siempre condujo su vida por una senda recta y justa.
Si bien es cierto, aún existe una separación entre negros y blancos, nunca se ha visto la discriminación de décadas pasadas. Luego de la muerte de King siguieron los problemas, pero ya existía un cambio. Su palabra quedó en el ser de hombres y mujeres negros que ya no quedaron callados ante la opresión, sino que se levantaron con una nueva forma de mirar la vida.
Tampoco se delimitó en forma completa cómo fue su asesinato o qué era lo oculto en tal siniestra acción. Es un hecho que el FBI tenía su mirada en King, el que era constantemente vigilado a cualquier parte que se dirigía. Pero algún día se sabrá la verdad.Será en ese momento, donde todo habrá finalizado, y la igualdad permanecerá para negros y blancos, bajo un nuevo cielo y tierra nueva.
Hoy, en medio de la sociedad, cuesta pensar en verdaderos ideales. No existen valores aferrados en la mayoría de las personas. La desorientación existente es el comienzo de un verdadero caos que se avecina o ya está en medio nuestro. ¿Por qué luchar? ¿En qué creer? Por lo tanto estas palabras no iban dirigidas al viento, sino que tienen una base sólida por ir más allá de lo que simplemente observamos. Y eso es lo que cuesta. Sentarse a meditar sobre las verdaderas experiencias, es la esencia de la vida. ¿Qué es el vivir si no se tiene nada en qué confiar y a lo cual dirigir todas las fuerzas?
No es en vano, tener puesta la mirada al cielo. No está de más tener un valor por el cual vivir. No es menospreciable tener un sentido el cual mueva tu existencia. King es un real ejemplo para demostrar que la utópica libertad aún tiene cabida en millones de corazones. Fue el Moisés de este siglo, quien en su tiempo liberara al pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto. Hoy, King lo hacía con el pueblo de color, alcanzando la anhelada tierra prometida. Por eso, quien persiga un ideal y camine por la senda de la verdad tendrá su recompensa y, sin duda, que en otra esfera, King ya posee la suya.